En este primer libro de ficcion, Borges trabaja con biografias de ladrones y rufianes; personajes traidores y a veces tambien heroicos. Aqui estan, entre otros, Lazarus Morell, redentor de esclavos, Tom Castro, hijo apocrifo y tolerante, y la viuda Ching, habil en el saqueo en altamar. Cuentos que juegan a falsear y tergiversar historias ajenas. Le siguen «Hombre de la esquina rosada», uno de sus relatos mas celebrados, y «Etcetera», un testimonio de sus incontables lecturas: «A veces creo que los buenos lectores son cisnes aun mas tenebrosos y singulares que los buenos autores». «La tierra que habitamos es un error, una incompetente parodia. Los espejos y la paternidad son abominables porque la multiplican y afirman.»